Actividad Voluntaria. El Monstruo de Colores

Título:  El monstruo de colores

 Autor: Anna Llenas

Ilustrador: Anna Llenas

Editorial: Flamboyant

Edad en la que me baso para realizar este análisis: 6-7 años

Páginas:  48

En referente al formato de este libro, es apto y manejable para niños comprendidos en estas edades. Las ilustraciones son buenísimas, porque cada una de ellas está llenas de color y representan a la perfección lo que está escrito, para un mejor entendimiento. La portada  aunque es blanca, resalta mucho más la imagen que aparece del monstruo, por lo que llama la atención de los pequeños lectores para que lo quieran leer.

Las ilustraciones de este libro no son estereotipadas, ya que no son las típicas imágenes de un monstruo, relacionándolo con las emociones con colores.

La tipografía es buena para la edad en la que se encuentran, ya que acaban de aprender a leer hace relativamente poco, no tiene mucho texto, pero sí una gran imagen para que los niños relacionen lo escrito con la ilustración.

El tema principal de este libro son las emociones.

La estructura es bastante sencilla para su entendimiento, planteando una situación, el nudo y el desenlace.

El personaje principal es el monstruo que tiene que ordenar sus sentimientos.

Las emociones que se tratan son la alegría, la calma, la tristeza, la rabia,  el miedo, cada una de ellas le corresponde un determinado color, que tiene un significado en concreto.

Los niños se pueden sentir identificados con el personaje, cuando les pasa algo y no saben el qué o para saber diferencias las distintas emociones que pueden tener.

El lenguaje usado es bastante sencillo para que lo puedan comprender.

Conclusión, se pueden hacer diversas actividades a través del libro.

En definitiva, este libro me parece muy interesante para leerlo en clase y reflexionar entre todos, las emociones que pueden tener, cómo se sienten cuando están en una situación de rabia, qué pueden hacer para solucionarlo, etc..

Con este libro también se pueden hacer diversas actividades como por ejemplo, tener en la clase diferentes frascos o tarros de colores, y los niños que vayan metiendo poco a poco las situaciones que les llevan por ejemplo a un estado de rabia, y lo metan en el tarro correspondiente. De esta manera estarían ordenando las emociones y sentimientos igual que el monstruo del libro.